Politica e Ideas

My Photo
Name:
Location: Quilpué, Valparaíso, Chile

Soy periodista y comentarista político.

Monday, April 27, 2009

FUERZA JOVEN


En 1994 canal 13 difundió una teleserie llamada Top Secret en la que un joven diputado (Cristián Campos) lideraba un partido político llamado Fuerza Joven para tener la excusa de mostrar la vida de los políticos, mientras al mismo tiempo era tentado por una hermosa señorita para serle infiel a su esposa.

El ambiente existente en la época hizo que las revelaciones sobre la vida de los políticos se fueran diluyendo y que el romance terminara ante la prioridad de respetar el santo matrimonio, y de la juventud en política no se volvió a hablar hasta ahora, a propósito de la entrada de Sebastián Bowen en la campaña presidencial de Eduardo Frei.

Sin entrar a calificar las cualidades de Bowen, no deja de llamar la atención esta repentina vocación por abrir las puertas del ejercicio de la política a los jóvenes, cuando ha sido precisamente este el grupo de nuestra sociedad sobre el que más esfuerzos de omisión se han hecho para mantenerlo marginado de su participación en esta actividad y de prácticamente cualquier otro ámbito de nuestra vida en sociedad.

Resulta especialmente curioso por el hecho de que la gran mayoría de los jóvenes no está inscrita para votar y que al candidato que más le convendría incorporar a los menores de 30 años a las urnas sería Sebastián Piñera, no Eduardo Frei y sin embargo es este y no el primero el que hace el gesto de sumar a un joven emblemático como Bowen.

Si lo que busca Frei es “chasconearse” y aminorar su imagen de hombre empaquetado, la señal resulta demasiado poderosa y puede volverse en su contra si los partidos de la Concertación, tal como lo hicieron antes con el gobierno ciudadano de Michelle Bachelet, no aceptan que les cambien las reglas que les permiten mantener la manija del ejercicio del poder.

Desde el punto de vista de Piñera, si quiere apelar a los jóvenes para que se inscriban y voten, sus señales han sido débiles o derechamente inexistentes.

De todos modos, lo que los jóvenes parecen requerir es que se los tome en serio en todos los planos necesarios, que se reduzca la edad para ser elegidos como autoridades, que se simplifique su participación en política, pero sobre todo que se les den facilidades para trabajar y estudiar cuando requieran hacerlo al mismo tiempo, y que no se les siga aplicando eso de que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo. Los jóvenes son mayoría y si quisieran hacerse del poder, es tan sencillo como que levanten una alternativa propia, y es antes que ocurra eso que se intenta incorporarlo tras casi dos décadas de marginación.

Labels: , , , ,

Monday, April 20, 2009

LOS PRIVILEGIADOS


La polémica desatada por las acusaciones hechas por personeros de la Alianza sobre los privilegios que habrían tenido el ministro Edmundo Pérez Yoma, por su trasplante renal, y la hija del ministro Andrés Velasco, por la atención médica recibida tras casi ahogarse en una piscina, resulta irritante desde todos los puntos de vista.

En primer lugar, es incorrecto hacer escándalo por situaciones de privilegio que resultan evidentes. No es lo mismo decir que el ministro Pérez Yoma recibió un riñón antes que otras personas que llevaban más tiempo de espera que aceptar que por su capacidad financiera pudo pagar una operación a la que no cualquiera tiene acceso en el sistema de salud privado. Es cierto también que Ema Velasco tuvo un padre que pudo pagar los medios de transporte y las atenciones profesionales necesarias para salvar la vida de su hija, pero en ambos casos el privilegio está dado por el dinero y no por la condición de autoridades de los involucrados.

Por otra parte, es de mal gusto lo que hizo Sebastián Piñera de poner en duda la ecuanimidad en la atención médica proporcionada a Ema Velasco porque su crítica roza a una niña que no tiene ninguna relación con las disputas políticas de los adultos.

Una situación distinta sería que los acusadores demostraran que Edmundo Pérez Yoma sí se saltó la lista de pacientes a la espera de un riñón donado o que en la atención dada a Ema Velasco se utilizaron recursos fiscales que no están disponibles para cualquier chileno. Eso sería grave y debería ser denunciado de esa forma, pero con argumentos concretos y objetivos en lugar de hacer insinuaciones oblicuas. Eso se llama tirar la piedra y esconder la mano, y en un lenguaje popular otro nombre bastante más duro.

Si de lo que se trata es de velar por la probidad y la transparencia, la responsabilidad es mucho mayor que la que se requiere para un simple aprovechamiento electoral, pero también el impacto es distinto. No es lo mismo “suponer” situaciones de forma que el afectado no se pueda querellar que hacer afirmaciones responsables, con nombres y hechos incluidos, de manera que quienes se sientan ofendidos puedan recurrir a los tribunales de justicia para que se repare el daño causado, en tanto que los denunciantes puedan entregar todas las pruebas necesarias para fundamentar sus acusaciones y comprobar la veracidad de sus dichos. En el primer caso, además, la desconfianza se apodera de todos y en el segundo el conflicto queda radicado sólo en las personas realmente involucradas.

Labels: , , , , ,

Monday, April 13, 2009


A medida que se vaya acercando la fecha de las elecciones de diciembre, es factible esperar que se produzca una creciente simbiosis entre los candidatos presidenciales y los partidos que los apoyan, en la medida que estos sientan que sus respectivos postulantes tienen opciones de triunfo, por la sencilla razón de que los partidos llevan sus propios candidatos al Parlamento y creen que el apoyo a los presidenciables puede agregarse a los interesados en llegar al Senado o a la Cámara de Diputados.

Esta situación plantea dos problemas en la relación de los candidatos presidenciales y sus partidos. En primer lugar, el afán de los partidos por influir en la campaña de los presidenciables; y en segundo término, el interés de estos por sacudirse a los partidos para no verse lastrado por instituciones que, especialmente en tiempos de campaña, parecen estar más preocupados de alcanzar el poder que de servir a los intereses de la ciudadanía.

Lo descrito obedece básicamente al descrédito en que se encuentran los partidos políticos, por lo que aunque los candidatos pertenezcan a uno de estos prefieren no hacer hincapié en este hecho para no perjudicar su propia imagen, en tanto que para los partidos se trata justamente de lo contrario, de aferrarse al prestigio de cualquiera que tenga mayor prestigio ante la opinión pública para compensar su propio descrédito.

Lamentablemente, es sólo en períodos de campaña que los partidos parecen preocuparse de mejorar su imagen pública, en lugar de trabajar el resto del tiempo por actuar de forma que la ciudadanía pueda tener confianza en estas instituciones. Antiguamente, las personas eran electas porque pertenecían a un determinado partido político; pero hoy en día la calidad de militante de una colectividad es ocultada porque resta votos.

En este sentido, el afán de los partidos por apropiarse de los candidatos presidenciales que tienen un respaldo propio, en la esperanza de heredar parte de ese apoyo popular, genera precisamente un efecto contrario al buscado porque la posibilidad de recibir beneficios por aparecer en la foto con el candidato sólo sirve para identificar al postulante al Congreso, pero al candidato presidencial raramente le es útil figurar con un aspirante a senador o a diputado, y mucho menos si a este se le nota la desesperación por aparecer en la foto.

Si en política, o cualquier actividad, es necesario tener una cuota de pudor, amor propio y dignidad, la necesidad se hace aún más intensa durante las campañas electorales porque el desprestigio causado por un individuo repercute en todas los partidos políticos.

Labels: , , ,

Monday, April 06, 2009

TRIUNFO CON SABOR A DERROTA


El triunfo logrado por el senador Eduardo Frei en la primera ronda de las primarias sobre el también senador José Antonio Gómez tuvo tres elementos que le dan un sello de derrota y que pueden causarle un serio daño político con vistas a la elección de diciembre próximo.

El primero, que es el más serio, es el hecho de que el representante de los tres más grandes partidos de la Concertación no se impusiera con mayor claridad sobre el candidato del partido minoritario. Ello refleja que parte del mundo progresista de la propia Concertación prefirió a Gómez sobre Frei y que esa porción del electorado puede en diciembre votar por cualquier otra alternativa que les resulte más atractiva que un postulante de 67 años, demócrata cristiano y que desea volver a La Moneda diez años después de haberla dejado.

Un segundo elemento, igualmente serio, es la escasa cantidad de ciudadanos que concurrieron a votar en unas parlamentarias que, por ser voluntarias, sólo cuentan con el interés que puedan despertar la competencia y el carisma de los candidatos para movilizar a la gente. Esto muestra que la Concertación no está entusiasmando a la ciudadanía, pero no significa necesariamente que ello se traduzca en apoyo a la Alianza.

El tercer factor a considerar, el que puede parecer menos serio pero puede ser el más gravitante en diciembre próximo, está dado por las anormalidades ocurridas durante el desarrollo de las primarias. Desde el acarreo evidente y público de votantes hasta el desgraciado incidente entre Camilo Escalona y José Antonio Gómez, con garabatos de grueso calibre. Estos hechos muestran a una Concertación que parece ceder el liderazgo a las personas más irritables y nerviosas ante la competencia, capaces de pasar por encima de sus propios aliados para conseguir sus propósitos, incluso frente a las cámaras de televisión, sin sutilezas ni educación.

Estas actitudes son profundamente rechazadas por los electores y puede llegar a significar una razón de derrota electoral, sobre todo si los contendores son capaces de mostrar sonrisas y amabilidad mientras se trata de competir con amarguras y hosquedades. Desde este punto de vista, Frei debería evaluar la idea de constituir a los presidentes de los partidos de la Concertación en su comando de campaña. Cada uno de ellos tiene preocupaciones propias para las elecciones de diciembre que pueden trastocar la capacidad de responder responsablemente al desafío de asegurar un quinto período para la Concertación.

El nerviosismo es comprensible, pero no puede ser la cara visible de ninguna candidatura porque genera sospechas sobre la seguridad del candidato y su convicción triunfadora.

Labels: , , , ,