LA TENTACIÓN DE LA DINASTÍA
Esto sería la primera vez que ocurriría en la historia política nacional, aunque ejemplos de gobernantes que logran ser sucedidos por parientes son frecuentes en otros países. Recién falleció uno de los más famosos, Néstor Kirchner, quien no sólo dejó en su cargo a su esposa sino que se preparaba para volver al mismo sitial. En Haití, Papa Doc dejó a su hijo Baby Doc, constituyendo uno de los peores ejemplos del nexo entre el intento de crear una dinastía con las monarquías o, derechamente, con las dictaduras.
Es evidente que presentar a un pariente del presidente saliente a la elección no es completamente democrático, aunque en lo formal no represente ninguna ilegalidad. Cuando no se ha establecido la reelección del Primer Mandatario o esta se ha limitado a un número determinado de períodos, presentar la candidatura del pariente tiene el propósito de burlar el espíritu de la norma, y por eso resultan más preocupantes las “filtraciones” desde La Moneda sobre las supuestas encuestas que miden la popularidad de Cecilia Morel, cuando al mismo tiempo un diputado oficialista propone la posibilidad de la reelección presidencial.
Cualquier reforma de esta naturaleza no puede estar vinculada a nombres predeterminados de los eventuales beneficiados, y ahora habría que agregar que tampoco debería favorecer a sus parientes directos para evitar interpretaciones acomodaticias.
Es preciso aclarar las intenciones con absoluta transparencia ante la opinión pública porque, si bien es legítimo luchar por la conquista del poder y su conservación, ya se puede dudar del uso de resquicios para burlar el espíritu de un ordenamiento constitucional que ha sido el fruto de difíciles consensos.
Por último, hay que considerar que el discurso sobre la alternancia que tanto usó la Derecha para erigirse como alternativa a la Concertación se puede extender sin dificultades a la alternancia dentro del mismo pacto entre RN y la UDI, pero estirarlo hasta una alternancia dentro de la familia presidencial puede parecer excesivo.
Por lo general, la ética de estas estrategias se comprueba al hacer el ejercicio de suponerlas aplicadas al adversario. ¿Qué hubiera dicho la entonces oposición si la ex-Presidenta Bachelet hubiera tenido un marido y este hubiera sido candidato presidencial?
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