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Location: Quilpué, Valparaíso, Chile

Soy periodista y comentarista político.

Sunday, February 19, 2012

Los Dioses

Habitualmente se dice que el ejercicio de la política es sin llorar, o que hay que tener el cuero duro, pero en estos días se está viendo que muchos lloran porque los acusan de errores en relación a la conducta tenida tras el terremoto del 27 de febrero de hace dos años. Las acusaciones parecen ser peor recibidas en la medida que se las interpreta como un intento por manchar la fachada supuestamente inmaculada de figuras que han sido encumbradas por sus partidarios casi a la categoría de dioses.

Unos acusan que las autoridades de ese momento -doce días antes del cambio de mando- lo hicieron mal y que por su responsabilidad no se emitió una alarma oportuna para salvar a parte de las personas que murieron por el tsunami. Los defensores de estos responden que son las Fuerzas Armadas las que fallaron, además de agregar que las autoridades que asumieron después no han avanzando en la reconstrucción todo lo que se debió haber hecho.

Ambas partes reconocen, como para terminar de redondear la descripción de los hechos, que este tema será relevante para las próximas elecciones municipales, es decir que acusan y se defienden por un interés electoral y no necesariamente por aclarar las responsabilidades políticas, administrativas, civiles y penales que les puedan caber a unos y otros.

También se llora cuando detonan reclamos ciudadanos, a pesar de todas las señales previas respecto a la disconformidad de la gente, porque es una forma de llanto decir que las protestas están orquestadas desde Santiago o que la gente alega porque no está informada de los beneficios que reciben.

Siempre parece ser mejor buscar excusas y culpar a otros que reconocer que uno es el que comete los errores, como si se tratara de ocultar que todos somos humanos y nos equivocamos. Otra cosa es el delito, que requiere la intención deliberada de aprovechar una situación de poder para beneficio propio, pero errar es algo distinto de la que nadie está libre.

Es posible que muchos crean que las personas que han sido electas como autoridades no se equivoquen jamás y de hecho ellos mismos han reforzado esa creencia prometiendo un nivel de eficiencia que refleja dos posibilidades: O de verdad creen que están libres del error o piensan que sólo con mentiras es posible conseguir la adhesión ciudadana necesaria para alcanzar el poder.

Sin duda que no sería necesario que los actores políticos lloren si pudieran llegar a aceptar que son humanos, que se pueden equivocar y que el error los hace más humanos. Les haría bien un poco de humildad y de capacidad de escuchar a la gente de a pie.

1 Comments:

Blogger Thamar Alvarez said...

Errar es humano y los políticos lo son (pese a las dudas que algunos despiertan intencionada o inadvertidamente), pero también es cierto que cuando se postula a un cargo político ese ser humano lo hace a sabiendas que su responsabilidad se multiplica de forma exponencial. Así las cosas, quizás no sea tan cierto que los políticos no se sientan vulnerables o con derecho a errar (quienes les votamos no somos, al menos, tan tontos para creer eso) sino que a la hora del error no todos recuerdan que cuando optaron por la política lo hicieron con ese peso gigantesco sobre ellos: que cada error costará muy caro y que deben estar muy dispuestos a asumir ese costo. Y está claro que en Chile ninguno lo está...

12:45 PM  

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