SOLEDAD ALVEAR ENFRENTA ELECCIONES EN EL PDC A TRES BANDAS
La tradición dice que se harán negociaciones hasta las 23:59 del jueves 6 de marzo para buscar consensos o lograr la incorporación de figuras de peso a las listas en competencia, y hasta ese momento es difícil asegurar qué ocurrirá. Pero hasta este momento habría tres listas encabezadas por la senadora Soledad Alvear y los diputados Gabriel Ascencio y Pablo Lorenzini.
Los celulares DC arden, y no sólo por estar en la playa, sino porque todos conversan con todos para definir las listas de candidatos a la elección convocada para el 6 de abril con el fin de resolver quién encabezará la Falange los dos años siguientes, justo cuando tocan comicios presidencial y parlamentario.
Para el alvearismo, la reelección de su máxima figura significa consolidar su opción presidencial. Para los disidentes, la idea es calmar el partido tras las convulsiones desatadas por la salida de un grupo de parlamentarios colorines y dejar el tema presidencial para después. Son dos decisiones, y por eso todos coinciden en los llamados a la unidad, pero como los temas están vinculados el problema surge cuando se trata de definir en torno a quién se logra la unidad.
A comienzos de la semana pareció que el ex-ministro del Interior Belisario Velasco serviría de puente entre el alvearismo y la disidencia, compuesta por parte de los chascones, los colorines que permanecieron en el PDC y lo que queda del freísmo, pero todo quedó en nada y Velasco afirma hoy que no es candidato “a Presidente”, a la vez que adelanta que no se resolverá nada hasta marzo.
Puntualiza también que Gabriel Ascencio “se apresuró” en dar a la publicidad su respaldo y, aunque reconoce que “ambos somos chascones”, aclara que la prioridad debe estar en recomponer las relaciones entre los DC, con la Concertación y con el Gobierno, y no en las presidenciales.
Por último, Belisario Velasco adelanta que el fin de semana se volverá a reunir con Alvear, luego con Eduardo Frei y el lunes con Ascencio.
Para los chascones de Ascencio, el apoyo de Velasco es un hecho, y asumen que con este viene el de Frei y parte de los llamados “cascos azules” -al menos Marcelo Trivelli y posiblemente Mariano Ruiz-Esquide, que sería “marcado” por Velasco-, y mientras se ponen exultantes a trabajar en una campaña que será de dos o tres semanas por las vacaciones, anuncian que el martes darán a conocer una lista de apoyo de dirigentes de base, mientras definen la lista que acompañará a Ascencio y que tendrá como fin la mayor integración de sectores, excepto el alvearismo y Lorenzini.
Otros chascones, en cambio, están con Alvear, como Claudio Huepe, María Rozas y Alejandra Miranda, además de Ignacio Montiglio que estaría en la duda.
Para los colorines, los chascones que apuestan por Alvear serían la mayoría, aunque acusan que ello obedece a sus “pegas” en el Gobierno, y si bien hubieran preferido a Frei, se quedarían con Ascencio, sin perjuicio de que están dispuestos a conversar con la actual Presidenta del PDC para ver el grado de integración que está dispuesta a aceptar.
Sobre eventuales renuncias, explican que sólo Hernán Bosselin y Ramón Briones se encuentran en una etapa reflexiva sobre la materia, dada su amistad con Adolfo Zaldívar y su malestar por la conducta del alvearismo en el reciente cambio de gabinete, por lo que los demás colorines siguen animosos en su propósito de dar la pelea.
En esta ocasión, los colorines se prepararon y consensuaron su postura: Designaron a Enzo Pistacchio como negociador y a Bosselin como vocero y acordaron que, cualquiera sea su representante, deberá ser designado directamente por ellos, en alusión a la figura del senador Hosaín Sabag, quien se alejó de Adolfo Zaldívar en la crisis que terminó en su expulsión.
Para el alvearismo, en cambio, como explica el jefe de los diputados DC Roberto León, Sabag “es muy respetado y tiene opinión política propia”, aunque el propio aludido puntualiza que no está considerada su participación en una futura directiva encabezada por Soledad Alvear, desdiciendo lo que se ha insinuado en estos días.
León se ríe cuando se le consulta sobre los eventuales resultados en una elección a tres bandas y asegura que el triunfo de Alvear es seguro. “Ganar es la meta”, dice explicando que las elecciones significan que la militancia evalúe la gestión de la actual mesa, por lo que se niega a fijar un piso mínimo de respaldo para garantizar la opción presidencial de Soledad Alvear. “50 por ciento más uno”, reitera.
Hosaín Sabag, por su parte, mantiene la confianza en que la petición de los “cascos azules” a Soledad Alvear para conformar una mesa integrada “sin condiciones” tenga resultado, precisando que la disposición de la timonel fue “muy abierta” y de hecho les pidió que le propusieran nombres.
Sabag recalca que se busca evitar una lucha electoral “para que no haya heridos” y ponerse de inmediato a buscar buenos candidatos para las municipales.
EL FACTOR LORENZINI
El diputado Pablo Lorenzini es una espada de Damocles sobre quienes buscan el consenso, porque de no cumplirse las condiciones para que la lista de Alvear integre efectivamente a las minorías, tiene preparada una lista para obligar a hacer elecciones, y anticipa que a fines de febrero, cuando vuelva a conversar con Soledad Alvear, tomará su decisión final.
Lorenzini dice que no aceptará una directiva consensuada o formada por “hombres buenos”, porque de lo que se trata es de mantener las posibilidades de debatir las distintas posiciones al interior de la DC, y para eso tienen que estar las minorías, aunque la mayoría mande.
La vez pasada, contra Alvear y Mulet, sacó el 5 por ciento, y ahora -después de haber sido el primero en proclamar a Soledad Alvear como presidenciable- aspira a sacar del 8 al 10, basado en una lista con militantes de base reconocidos en sus regiones, tanto del norte como del sur, y que él denomina como una lista “regionalista”.
Los celulares DC arden, y no sólo por estar en la playa, sino porque todos conversan con todos para definir las listas de candidatos a la elección convocada para el 6 de abril con el fin de resolver quién encabezará la Falange los dos años siguientes, justo cuando tocan comicios presidencial y parlamentario.
Para el alvearismo, la reelección de su máxima figura significa consolidar su opción presidencial. Para los disidentes, la idea es calmar el partido tras las convulsiones desatadas por la salida de un grupo de parlamentarios colorines y dejar el tema presidencial para después. Son dos decisiones, y por eso todos coinciden en los llamados a la unidad, pero como los temas están vinculados el problema surge cuando se trata de definir en torno a quién se logra la unidad.
A comienzos de la semana pareció que el ex-ministro del Interior Belisario Velasco serviría de puente entre el alvearismo y la disidencia, compuesta por parte de los chascones, los colorines que permanecieron en el PDC y lo que queda del freísmo, pero todo quedó en nada y Velasco afirma hoy que no es candidato “a Presidente”, a la vez que adelanta que no se resolverá nada hasta marzo.
Puntualiza también que Gabriel Ascencio “se apresuró” en dar a la publicidad su respaldo y, aunque reconoce que “ambos somos chascones”, aclara que la prioridad debe estar en recomponer las relaciones entre los DC, con la Concertación y con el Gobierno, y no en las presidenciales.
Por último, Belisario Velasco adelanta que el fin de semana se volverá a reunir con Alvear, luego con Eduardo Frei y el lunes con Ascencio.
Para los chascones de Ascencio, el apoyo de Velasco es un hecho, y asumen que con este viene el de Frei y parte de los llamados “cascos azules” -al menos Marcelo Trivelli y posiblemente Mariano Ruiz-Esquide, que sería “marcado” por Velasco-, y mientras se ponen exultantes a trabajar en una campaña que será de dos o tres semanas por las vacaciones, anuncian que el martes darán a conocer una lista de apoyo de dirigentes de base, mientras definen la lista que acompañará a Ascencio y que tendrá como fin la mayor integración de sectores, excepto el alvearismo y Lorenzini.
Otros chascones, en cambio, están con Alvear, como Claudio Huepe, María Rozas y Alejandra Miranda, además de Ignacio Montiglio que estaría en la duda.
Para los colorines, los chascones que apuestan por Alvear serían la mayoría, aunque acusan que ello obedece a sus “pegas” en el Gobierno, y si bien hubieran preferido a Frei, se quedarían con Ascencio, sin perjuicio de que están dispuestos a conversar con la actual Presidenta del PDC para ver el grado de integración que está dispuesta a aceptar.
Sobre eventuales renuncias, explican que sólo Hernán Bosselin y Ramón Briones se encuentran en una etapa reflexiva sobre la materia, dada su amistad con Adolfo Zaldívar y su malestar por la conducta del alvearismo en el reciente cambio de gabinete, por lo que los demás colorines siguen animosos en su propósito de dar la pelea.
En esta ocasión, los colorines se prepararon y consensuaron su postura: Designaron a Enzo Pistacchio como negociador y a Bosselin como vocero y acordaron que, cualquiera sea su representante, deberá ser designado directamente por ellos, en alusión a la figura del senador Hosaín Sabag, quien se alejó de Adolfo Zaldívar en la crisis que terminó en su expulsión.
Para el alvearismo, en cambio, como explica el jefe de los diputados DC Roberto León, Sabag “es muy respetado y tiene opinión política propia”, aunque el propio aludido puntualiza que no está considerada su participación en una futura directiva encabezada por Soledad Alvear, desdiciendo lo que se ha insinuado en estos días.
León se ríe cuando se le consulta sobre los eventuales resultados en una elección a tres bandas y asegura que el triunfo de Alvear es seguro. “Ganar es la meta”, dice explicando que las elecciones significan que la militancia evalúe la gestión de la actual mesa, por lo que se niega a fijar un piso mínimo de respaldo para garantizar la opción presidencial de Soledad Alvear. “50 por ciento más uno”, reitera.
Hosaín Sabag, por su parte, mantiene la confianza en que la petición de los “cascos azules” a Soledad Alvear para conformar una mesa integrada “sin condiciones” tenga resultado, precisando que la disposición de la timonel fue “muy abierta” y de hecho les pidió que le propusieran nombres.
Sabag recalca que se busca evitar una lucha electoral “para que no haya heridos” y ponerse de inmediato a buscar buenos candidatos para las municipales.
EL FACTOR LORENZINI
El diputado Pablo Lorenzini es una espada de Damocles sobre quienes buscan el consenso, porque de no cumplirse las condiciones para que la lista de Alvear integre efectivamente a las minorías, tiene preparada una lista para obligar a hacer elecciones, y anticipa que a fines de febrero, cuando vuelva a conversar con Soledad Alvear, tomará su decisión final.
Lorenzini dice que no aceptará una directiva consensuada o formada por “hombres buenos”, porque de lo que se trata es de mantener las posibilidades de debatir las distintas posiciones al interior de la DC, y para eso tienen que estar las minorías, aunque la mayoría mande.
La vez pasada, contra Alvear y Mulet, sacó el 5 por ciento, y ahora -después de haber sido el primero en proclamar a Soledad Alvear como presidenciable- aspira a sacar del 8 al 10, basado en una lista con militantes de base reconocidos en sus regiones, tanto del norte como del sur, y que él denomina como una lista “regionalista”.
Labels: belisario velasco, democracia cristiana, gabriel ascencio, pablo lorenzini, soledad alvear
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