MESA DE LA CÁMARA: LA ÚLTIMA PRUEBA DEL AÑO
Como los estudiantes que dejan materias para marzo, las bancadas de los diputados de la Concertación que pensaron que se podían ir de vacaciones con un acuerdo listo para las próximas autoridades de la Cámara ya saben que en marzo tendrán que volver a debatir y definir el pacto logrado con sus similares de la Alianza.
Aunque los diputados ya están de vacaciones, todos tienen la vista fija en marzo, cuando tendrán que retomar sus actividades para hacer respetar o modificar el acuerdo sobre la composición de la Cámara para el 2008. Las razones: Las críticas a un entendimiento que ignoró a los independientes (cinco ex-DC colorines y dos ex-PPD) por parte de algunos de los propios parlamentarios de Gobierno. A eso se agrega que algunos no se sintieron considerados en las negociaciones, y eso ocurre tanto en ambos bloques. Sin embargo, hasta ahora los descontentos no serían suficientes para derrumbar el pacto, aunque puede haber algunas modificaciones menores, en especial sobre los nombres para cada cargo.
El acuerdo implica compartir los cargos de la testera y las comisiones para los próximos dos años. El primer año, durante las municipales, el presidente y el primer vicepresidente serán de la Concertación y la segunda vicepresidencia para la Alianza. Al año siguiente, que coincide con los comicios presidencial y parlamentario, la situación se invertirá. Las presidencias de las comisiones también se repartirán, con un predominio para la Concertación este año y para la Alianza el 2009.
El anuncio del acuerdo fue seguido de inmediato por la preocupación de que durante la elección presidencial ambas ramas del Parlamento estarán presididas por parlamentarios derechistas, facilitando la tarea de la oposición durante la campaña, y a eso se agregan los tradicionales desencuentros y confusiones en la Concertación, que finalmente son resueltos pero que llevan a explicaciones como la que aporta el DC Gabriel Ascencio, hasta ahora único crítico dentro de la Falange, que cree que “algunos no tienen idea de cómo se gestó el acuerdo” y que lo único claro era el interés en despejar pronto las negociaciones, por lo que anticipa que en marzo va a retomarse la discusión “especialmente en las bancadas del PPD y del PS”, en tanto que la DC ya tiene prevista una reunión de sus diputados para el lunes 3 de marzo.
El jefe de la Bancada de Diputados DC Roberto León aclara que en las negociaciones no hubo ninguna petición expresa de la mesa de Soledad Alvear ni de autoridades de La Moneda, y prefiere no responder los calificativos hechos por Jaime Mulet. “Sin comentarios”, dice León.
DIMES Y DIRETES
En los críticos del PS, a los tradicionales díscolos como René Alinco o Marco Enríquez-Ominami se suma Isabel Allende, para quien “el acuerdo oficial de la bancada era dejar el tema para marzo. Yo me encuentro en período de reflexión, y no voy a resolver mi apoyo hasta marzo” y recalca que el acuerdo con la Alianza se tomó sin conversaciones entre la directiva del partido y la bancada.
Allende, sin embargo, es desmentida por el Jefe de la Bancada de Diputados PS Fulvio Rossi, que le pide acordarse que “el lunes pasado, a las 20 horas, la llamé y me dijo que podía contar con su apoyo”, tras lo cual argumenta que el acuerdo fue ratificado por diez de los quince diputados PS.
Para complicar aún más las cosas, Gabriel Ascencio acusa que Jorge Burgos, diputado y vicepresidente del PDC le habría advertido que se podría quedar sin cupo para ir a la reelección, lo que calificó como una “amenaza desequilibrada”.
También está en cuestión si la DC pidió que no se hiciera un acuerdo con los cinco diputados renunciados de esa tienda, pero Rossi le baja el perfil a esa discusión porque “es de lógica política” que la DC “nunca” habría aceptado esa negociación “por las descalificaciones políticas y humanas que hicieron, además de las críticas contra el Gobierno y la Presidenta. Siendo súper franco, la DC siempre quiso un acuerdo con la Derecha, porque lo lógico es un acuerdo entre las mayorías, en vez de legitimar una bisagra que violenta la expresión democrática representativa”.
El mismo Rossi advierte además que no es posible revisar el acuerdo y precisa que “se le ha dado más relevancia a los disidentes que la que tienen en realidad”, por lo que espera que “las vacaciones calmen los ánimos”.
Otra arista de la polémica es la que se produce en la Alianza, en donde la UDI reclama el mejor derecho a presidir la Cámara el 2009, por tener una bancada más numerosa, mientras RN argumenta que la UDI ya va a presidir el Senado y que, si van a disfrutar el momento, es mejor compartirlo como si fueran buenos amigos, aunque en los hechos RN se vio forzada a acompañar a la UDI en el acuerdo. Para poner paños fríos, los dos Larrraínes (Carlos en RN y Hernán en la UDI) optaron por lo más simple: Chutear la definición por un año.
Aunque los diputados ya están de vacaciones, todos tienen la vista fija en marzo, cuando tendrán que retomar sus actividades para hacer respetar o modificar el acuerdo sobre la composición de la Cámara para el 2008. Las razones: Las críticas a un entendimiento que ignoró a los independientes (cinco ex-DC colorines y dos ex-PPD) por parte de algunos de los propios parlamentarios de Gobierno. A eso se agrega que algunos no se sintieron considerados en las negociaciones, y eso ocurre tanto en ambos bloques. Sin embargo, hasta ahora los descontentos no serían suficientes para derrumbar el pacto, aunque puede haber algunas modificaciones menores, en especial sobre los nombres para cada cargo.
El acuerdo implica compartir los cargos de la testera y las comisiones para los próximos dos años. El primer año, durante las municipales, el presidente y el primer vicepresidente serán de la Concertación y la segunda vicepresidencia para la Alianza. Al año siguiente, que coincide con los comicios presidencial y parlamentario, la situación se invertirá. Las presidencias de las comisiones también se repartirán, con un predominio para la Concertación este año y para la Alianza el 2009.
El anuncio del acuerdo fue seguido de inmediato por la preocupación de que durante la elección presidencial ambas ramas del Parlamento estarán presididas por parlamentarios derechistas, facilitando la tarea de la oposición durante la campaña, y a eso se agregan los tradicionales desencuentros y confusiones en la Concertación, que finalmente son resueltos pero que llevan a explicaciones como la que aporta el DC Gabriel Ascencio, hasta ahora único crítico dentro de la Falange, que cree que “algunos no tienen idea de cómo se gestó el acuerdo” y que lo único claro era el interés en despejar pronto las negociaciones, por lo que anticipa que en marzo va a retomarse la discusión “especialmente en las bancadas del PPD y del PS”, en tanto que la DC ya tiene prevista una reunión de sus diputados para el lunes 3 de marzo.
El jefe de la Bancada de Diputados DC Roberto León aclara que en las negociaciones no hubo ninguna petición expresa de la mesa de Soledad Alvear ni de autoridades de La Moneda, y prefiere no responder los calificativos hechos por Jaime Mulet. “Sin comentarios”, dice León.
DIMES Y DIRETES
En los críticos del PS, a los tradicionales díscolos como René Alinco o Marco Enríquez-Ominami se suma Isabel Allende, para quien “el acuerdo oficial de la bancada era dejar el tema para marzo. Yo me encuentro en período de reflexión, y no voy a resolver mi apoyo hasta marzo” y recalca que el acuerdo con la Alianza se tomó sin conversaciones entre la directiva del partido y la bancada.
Allende, sin embargo, es desmentida por el Jefe de la Bancada de Diputados PS Fulvio Rossi, que le pide acordarse que “el lunes pasado, a las 20 horas, la llamé y me dijo que podía contar con su apoyo”, tras lo cual argumenta que el acuerdo fue ratificado por diez de los quince diputados PS.
Para complicar aún más las cosas, Gabriel Ascencio acusa que Jorge Burgos, diputado y vicepresidente del PDC le habría advertido que se podría quedar sin cupo para ir a la reelección, lo que calificó como una “amenaza desequilibrada”.
También está en cuestión si la DC pidió que no se hiciera un acuerdo con los cinco diputados renunciados de esa tienda, pero Rossi le baja el perfil a esa discusión porque “es de lógica política” que la DC “nunca” habría aceptado esa negociación “por las descalificaciones políticas y humanas que hicieron, además de las críticas contra el Gobierno y la Presidenta. Siendo súper franco, la DC siempre quiso un acuerdo con la Derecha, porque lo lógico es un acuerdo entre las mayorías, en vez de legitimar una bisagra que violenta la expresión democrática representativa”.
El mismo Rossi advierte además que no es posible revisar el acuerdo y precisa que “se le ha dado más relevancia a los disidentes que la que tienen en realidad”, por lo que espera que “las vacaciones calmen los ánimos”.
Otra arista de la polémica es la que se produce en la Alianza, en donde la UDI reclama el mejor derecho a presidir la Cámara el 2009, por tener una bancada más numerosa, mientras RN argumenta que la UDI ya va a presidir el Senado y que, si van a disfrutar el momento, es mejor compartirlo como si fueran buenos amigos, aunque en los hechos RN se vio forzada a acompañar a la UDI en el acuerdo. Para poner paños fríos, los dos Larrraínes (Carlos en RN y Hernán en la UDI) optaron por lo más simple: Chutear la definición por un año.
Labels: cámara de diputados, diputados, parlamento
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