Los que faltan
¿Puede
hacerse una boda sin la novia? ¿Puede tomarse
un acuerdo sin una de las partes? La
lógica dice que no, pero sin embargo eso es lo que está pasando en dos
situaciones específicas y que deberían importar a la mayoría de los chilenos.
Por
un lado, en la Araucanía, en donde hay una innegable situación de conflicto, no
está presente la mayoría de mapuches que quieren paz, aunque tampoco hay
claridad sobre el diagnóstico de lo que ocurre ni hay acuerdo sobre la manera
de resolver la crisis. No sirve que alguien diga que el problema sólo
es generado por un grupo pequeño de indígenas incentivados por supuestos
motivos políticos, locales o internacionales; como tampoco basta que se diga
que todo se resuelve devolviendo las tierras usurpadas durante el período de la
conquista.
Falta
saber qué dicen, qué opinan y proponen los que están callados o que intentan
hablar pero no son considerados por una prensa que parece estar satisfecha con
el carácter sensacionalista que se le ha dado al conflicto.
Otros
que faltan son las fuerzas de Centro en la próxima disputa presidencial. Por primera vez en más de medio siglo, los
candidatos de la Democracia Cristiana no figuran dentro de los que tienen alguna
posibilidad de competir por llegar a La Moneda.
No
es que la DC sea un partido sin peso político ni que sus dos representantes –Ximena
Rincón y Claudio Orrego- sean malos exponentes. No es nada de eso, es simplemente que no
parece haber espacio para la DC como tampoco lo hay para el otro postulante que
podría considerarse más cercano al Centro, como lo es José Antonio Gómez, lo
que significaría que uno de los tradicionales tercios de la política nacional
quedaría fuera de juego.
Nuevamente
en este caso, el asunto parece encaminado a debatirse con la total ausencia de
uno de los actores principales y no es sólo que a nadie parezca importarle nada
sino que todo indica que no hay nada que hacer.
Entonces,
¿se pueden tomar decisiones para resolver los problemas o dar pasos adelante
sin la participación de una de las partes, ya sean las etnias que no quieren
usar la violencia o las fuerzas políticas que no responden al esquema Izquierda-Derecha?
Es
difícil decirlo, aparte de apuntar que existe la posibilidad de que cualquier
acuerdo sin una parte de quienes pueden intervenir pierde cierta legitimidad,
pero es prematuro decir que ello sea realmente relevante.
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