Los grandes y los chicos
La proximidad de las elecciones municipales está sirviendo para comprender de mejor forma la real voluntad de las fuerzas políticas por reconocer y adecuarse a las cambiantes condiciones del país. En este sentido, la elección en la comuna de Santiago suele tomarse como una muestra de lo que ocurre en el resto del país, y en esta ocasión se puede comprobar, una vez más, la escasa disposición de los llamados partidos “grandes” para acoger las demandas de los partidos “chicos”, que en algunos casos no alcanzan siquiera a ser partidos sino que quedan en la calidad de movimientos.
En Santiago se enfrentan por la alcaldía dos personas que tienen características de simbólicas de sus respectivas coaliciones: El actual alcalde UDI Pablo Zalaquett y la ex-presidenta del PPD Carolina Tohá. Alianza por Chile y Concertación, en una batalla que se prevé altamente competitiva y estrecha, hasta que los “chicos” anunciaron la posibilidad de llevar un candidato propio, que saldría de la terna integrada por el ecologista Luis Mariano Rendón, el urbanista Patricio Herman y el ex-intendente ex-DC Marcelo Trivelli.
Sumas y restas fáciles de hacer advirtieron de inmediato que una tercera candidatura implicaba el casi automático triunfo de Zalaquett, luego comienzan a surgir los llamados para que los “chicos” no compitan. El argumento es sencillo: Que no gane la Derecha, aunque se puede traducir en “dejen ganar a la Concertación”. Hasta la ex-Presidenta Bachelet, desde Nueva York, parece preocupada y le da un espaldarazo a Carolina Tohá por ser mujer.
Los “chicos” no se inmutan porque no tienen un ápice de interés en que gane Tohá, por la sencilla razón de que están hartos de que la torta se la repartan solo las coaliciones “grandes”, y ese raciocinio le resulta incomprensible a los “grandes”, por la sencilla razón de que no comprenden que los “chicos” no reconozcan su capacidad de hacer esta vez lo que no hicieron en veinte años.
Hay que decir que una candidatura alternativa a los dos grandes bloques le resta votación a ambos, pero como en este caso la más afectada sería Tohá, Zalaquett no dice nada, por mucho que él o cualquier candidato de la Derecha en otra comuna también podría verse perjudicado porque perfectamente la situación podría ser a la inversa. No es un asunto ideológico sino de cansancio ciudadano con la idea de que sólo se reparta el poder entre los grandes.
Por otra parte, los “chicos” no entienden que la Concertación pacte con el Partido Comunista “para compensar las injusticias del binominal” pero ni siquiera quieren conversar con, por ejemplo, el PRO, o que sus representantes quieran sacarse la foto con las organizaciones sociales para después olvidarse de ellos. En esas condiciones, resulta imposible pedirle a los “chicos” que les hagan favores a los “grandes” sin llegar a la presión de poner en riesgo los resultados electorales de la Concertación.
En Santiago se enfrentan por la alcaldía dos personas que tienen características de simbólicas de sus respectivas coaliciones: El actual alcalde UDI Pablo Zalaquett y la ex-presidenta del PPD Carolina Tohá. Alianza por Chile y Concertación, en una batalla que se prevé altamente competitiva y estrecha, hasta que los “chicos” anunciaron la posibilidad de llevar un candidato propio, que saldría de la terna integrada por el ecologista Luis Mariano Rendón, el urbanista Patricio Herman y el ex-intendente ex-DC Marcelo Trivelli.
Sumas y restas fáciles de hacer advirtieron de inmediato que una tercera candidatura implicaba el casi automático triunfo de Zalaquett, luego comienzan a surgir los llamados para que los “chicos” no compitan. El argumento es sencillo: Que no gane la Derecha, aunque se puede traducir en “dejen ganar a la Concertación”. Hasta la ex-Presidenta Bachelet, desde Nueva York, parece preocupada y le da un espaldarazo a Carolina Tohá por ser mujer.
Los “chicos” no se inmutan porque no tienen un ápice de interés en que gane Tohá, por la sencilla razón de que están hartos de que la torta se la repartan solo las coaliciones “grandes”, y ese raciocinio le resulta incomprensible a los “grandes”, por la sencilla razón de que no comprenden que los “chicos” no reconozcan su capacidad de hacer esta vez lo que no hicieron en veinte años.
Hay que decir que una candidatura alternativa a los dos grandes bloques le resta votación a ambos, pero como en este caso la más afectada sería Tohá, Zalaquett no dice nada, por mucho que él o cualquier candidato de la Derecha en otra comuna también podría verse perjudicado porque perfectamente la situación podría ser a la inversa. No es un asunto ideológico sino de cansancio ciudadano con la idea de que sólo se reparta el poder entre los grandes.
Por otra parte, los “chicos” no entienden que la Concertación pacte con el Partido Comunista “para compensar las injusticias del binominal” pero ni siquiera quieren conversar con, por ejemplo, el PRO, o que sus representantes quieran sacarse la foto con las organizaciones sociales para después olvidarse de ellos. En esas condiciones, resulta imposible pedirle a los “chicos” que les hagan favores a los “grandes” sin llegar a la presión de poner en riesgo los resultados electorales de la Concertación.
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