Politica e Ideas

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Location: Quilpué, Valparaíso, Chile

Soy periodista y comentarista político.

Sunday, January 27, 2013

Chilito y los chilenitos


            La realización de la Cumbre Celac-UE ha permitido satisfacer una de las dimensiones más queridas por el ego nacional: Tener a decenas de mandatarios extranjeros alabando al país, diciéndonos que somos un país ordenado institucional y económicamente, que hemos sabido sortear las dificultades de las crisis internacionales, que hemos resistido las tentaciones populistas y demagógicas, que somos casi-casi parte del Primer Mundo.

            Eso nos encanta, aunque sepamos al mismo tiempo que tenemos los pies de barro debajo de esa estatua brillante que se irgue para recibir las loas que, posiblemente, no pasen de ser palabras educadas con el país anfitrión.

            ¿Sentirán los extranjeros la misma admiración por nuestra excelencia cuando ven, por ejemplo, que en una de las primeras reuniones el color de fondo de la bandera de la Unión Europea -azul con estrellas amarillas- fue reemplazado por un tono violeta que no tiene nada que ver con las exigencias básicas de la organización, que seguramente será calificada de todos modos como impecable cuando se vayan las visitas?

            Las alabanzas a la economía nacional no consideran tampoco los signos de corrupción dejados en evidencia, por ejemplo, con el caso de La Polar, o con la precariedad del empleo o el nivel de endeudamiento de las personas.

            Las loas a la estabilidad institucional y política no toman en cuenta que en nuestro país tenemos un sistema electoral que deja sin posibilidades de representación a un alto porcentaje de personas, ni que no tenemos mecanismos de solución de los conflictos ni para que las personas logren la revocación del mandato de las autoridades electas que no cumplen con sus deberes.

            Las exaltaciones a este país que le gusta sentirse culturalmente cerca de Europa y económicamente a los llamados “jaguares asiáticos”, tampoco tienen relación con una Nación en la que más del 80 por ciento de los chilenos no entiende lo que lee y la mitad de ellos simplemente no lee libros.   Del mismo modo, no tienen nada que ver con que tenemos una vasta población que no tiene la capacidad para desempeñar más que trabajos manuales.

            Los visitantes extranjeros tampoco dicen que no sabemos proteger nuestras riquezas naturales, que embarcamos el cobre sin fundirlo ni refinarlo, que estamos dispuestos a agotar nuestras reservas de peces por venderlos pronto, que podemos arrasar con la naturaleza y las tierras aptas para agricultura para reemplazarlas por condominios o viviendas sociales.   ¿Por qué no lo dirán?  ¿Dirán algo de nuestra manía de exagerar con los diminutivos mientras ostentamos al mismo tiempo aires de grandeza?

Sunday, January 20, 2013

Los acreedores


            Nadie objetivo puede cuestionar los resultados económicos obtenidos por la dictadura, pero del mismo modo tampoco se puede negar que sus éxitos fueron a costa de la supresión de derechos sindicales y de la atomización de la organización social.   Así es cómo avanza Chile, y a costa del sacrificio de parte de la sociedad se logra un progreso que, se supone, beneficia a la mayoría.  La lógica indica que en algo tiene que favorecer a los que se sacrifican o ese grupo habría desaparecido casi desde el principio de nuestra historia.

            El problema es que, tarde o temprano, vuelven a aparecer los grupos que se han visto postergados en nombre del bienestar general a reclamar  su parte del premio por haberse sacrificado.   El raciocinio es claro: Si hemos contribuido a que la economía del país esté mejor, ¿por qué a nosotros no nos va a llegar esa mejoría?  Es perfectamente justo.   Lógico, justo y necesario porque no se pueden estar pidiendo contribuciones sin reconocerlas, y mucho menos cuando en bastantes ocasiones esos aportes no son voluntarios.

            Eso es lo que sucede con las demandas de los mapuches.   Su queja no es solamente contra el colonizador español ni contra las actuales autoridades.   Es contra un siglo y medio de engaños y abusos patrocinados por el Estado chileno.

            No es posible asombrarse ahora porque pidan un cierto grado de autonomía ni por exigir que se les pida perdón.   Lo que sí es complicado es la petición de que sean indemnizados.     Es justo, eso no se puede negar, pero el único valor posible para cubrir los daños que se les han causado es devolverles el territorio nacional, y eso no es realista.

            Pero ellos no son los únicos que pueden reclamar el pago de su deuda.  Están las demás etnias, están los pobres a los que se les ha negado la posibilidad de aprovechar sus capacidades para progresar, están las regiones que por el solo hecho de estar a cierta distancia de la capital se han visto frenadas en su desarrollo, están todos los que han sido víctimas de abusos por parte del Estado.   Sería imposible pagar todas esas deudas pero sería un buen paso reconocerlas al menos.

            Claro que eso requiere adoptar como sociedad una nueva actitud: La de mirar de frente, la de reconocer culpas y errores, la de asumir las responsabilidades heredadas porque en algo que somos expertos es en mirar para el lado, en echarle la culpa al que ya no se puede defender y prometer compromisos que no se piensan en cumplir desde el segundo previo al juramento.

            Así no se puede.  Así no son los países que quieren ser serios y respetados.

Sunday, January 13, 2013

Economía suicida


            Es un dato impactante.   Desde 2008 el suicidio es la principal causa de muerte en España, descontando las enfermedades, y superando incluso los decesos por accidentes de tránsito.

            En un comienzo no se hizo la asociación entre la tasa de muertes voluntarias y la situación económica del país porque en esos años no se avizoraba aún en el horizonte la actual crisis.   Hoy, en cambio, con un promedio de nueve suicidios diarios, ya ha habido preocupación por este aumento y se ha determinado que los problemas económicos son el origen del 32% de los suicidios, con lo que se constituye en la principal causa, seguida -cómo no- del desamor (25,8%), los problemas psiquiátricos (19,1%) y los conflictos familiares (11,2%).

            Lo que ocurre en España se vivió antes en Grecia o Italia. En Grecia, los suicidios se han duplicado entre 2008 y 2011, y en Italia se calcula que también un tercio de las muertes por propia mano se originan en la crisis económica.

            En Chile no parece haber estudios recientes enfocados directamente al respecto.  Muchos deben recordar lo que sucedió en la crisis de los ’80, pero como ahora la economía parece marchar bien no parece creíble que vuelva a suceder algo parecido.   Sin embargo, hay una señal clara:   Tenemos la tasa de suicidios entre adolescentes más alta de Latinoamérica y la segunda de mayor crecimiento entre los países de la OCDE.  En diez años, los jóvenes que deciden quitarse la vida se duplicaron, y las causas son por lo general las decepciones amorosas y la depresión.

            Resulta evidente que nuestros jóvenes no están preparados para enfrentar las dificultades propias de la vida y se sienten marginados.  No es casualidad que el suicidio esté más extendido en el grupo que tiene habitualmente los mayores índices de desempleo.   ¿Qué pasaría si a las dificultades tradicionales de este grupo se le agrega una situación económica que se les presenta como angustiante, asfixiante, opresiva?   Muy sencillo, lo mismo que en los países europeos que han resentido con mayor fuerza la crisis.

            ¿Los responsables de la conducción económica de las naciones, los encargados de decidir las inversiones, tienen claro que lo que hagan o dejen de hacer no se relaciona sólo con la calidad de vida de las personas sino ya directamente con la vida de la gente?

            La siempre de moda Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es más que una táctica para descontar de impuestos un monto a invertir en publicidad indirecta en favor del prestigio de las empresas.

Sunday, January 06, 2013

Los que faltan


            ¿Puede hacerse una boda sin la novia?   ¿Puede tomarse un acuerdo sin una de las partes?   La lógica dice que no, pero sin embargo eso es lo que está pasando en dos situaciones específicas y que deberían importar a la mayoría de los chilenos.

            Por un lado, en la Araucanía, en donde hay una innegable situación de conflicto, no está presente la mayoría de mapuches que quieren paz, aunque tampoco hay claridad sobre el diagnóstico de lo que ocurre ni hay acuerdo sobre la manera de resolver la crisis.   No sirve que alguien diga que el problema sólo es generado por un grupo pequeño de indígenas incentivados por supuestos motivos políticos, locales o internacionales; como tampoco basta que se diga que todo se resuelve devolviendo las tierras usurpadas durante el período de la conquista.

            Falta saber qué dicen, qué opinan y proponen los que están callados o que intentan hablar pero no son considerados por una prensa que parece estar satisfecha con el carácter sensacionalista que se le ha dado al conflicto.

            Otros que faltan son las fuerzas de Centro en la próxima disputa presidencial.   Por primera vez en más de medio siglo, los candidatos de la Democracia Cristiana no figuran dentro de los que tienen alguna posibilidad de competir por llegar a La Moneda.

            No es que la DC sea un partido sin peso político ni que sus dos representantes –Ximena Rincón y Claudio Orrego- sean malos exponentes.   No es nada de eso, es simplemente que no parece haber espacio para la DC como tampoco lo hay para el otro postulante que podría considerarse más cercano al Centro, como lo es José Antonio Gómez, lo que significaría que uno de los tradicionales tercios de la política nacional quedaría fuera de juego.

            Nuevamente en este caso, el asunto parece encaminado a debatirse con la total ausencia de uno de los actores principales y no es sólo que a nadie parezca importarle nada sino que todo indica que no hay nada que hacer.

            Entonces, ¿se pueden tomar decisiones para resolver los problemas o dar pasos adelante sin la participación de una de las partes, ya sean las etnias que no quieren usar la violencia o las fuerzas políticas que no responden al esquema Izquierda-Derecha?

            Es difícil decirlo, aparte de apuntar que existe la posibilidad de que cualquier acuerdo sin una parte de quienes pueden intervenir pierde cierta legitimidad, pero es prematuro decir que ello sea realmente relevante.